martes, 27 de enero de 2009

Con la mosca detrás de la oreja

Un día más, un día cualquiera. Un día como puede ser hoy, mañana o como pudo ser ayer. Abres la puerta de tu habitación, de mala gana tiras la mochila (que con un poco de suerte pesará el doble de tu propio peso) y sacas ese libro de primer curso de bachillerato, que en tus manitas se ve aun más grande de lo que realmente es.

Pones tus apuntes en orden, enciendes un flexo y te sientas en la silla (lo más probable es que sea cogiendo mala postura, para variar) y te dispones a estudiar: nada de ruido, nada de música, hoy no quiero distraerme con nada.

Tzzzzzzz... PLIM...

Tzzzzzzz... PLIM

Giras la cabeza mosqueado, que nunca mejor dicho, para ver que la mayor mosca que jamás hayan podido ver tus ojos, esta dándose cabezazos contra el cristal de tu ventana.

-Pero hay que ser tonta...- piensas.

La ignoras y con esperanza de que en un instante el insecto, perteneciente a la familia de los dípteros, se de cuenta de que de momento a su especie le es imposible atravesar materiales sólidos, intentas poner toda tu atención en tu compendio.

Tzzzzzzz... PLIM, PLIM

PLIM

-Amiga, has llegado demasiado lejos- dices, aunque realmente no entiendes por qué ha acabado tan pronto con tu paciencia, no sabes por qué algo tan inocente, como un organismo minúsculo e indefenso puede despertar tanta furia en ti...

Abres un poco tu ventana y te quedas de brazos cruzados y ceño fruncido, aguardando el segundo en el que la díptera salga volando de una vez y te deje en paz.

Tzzzzzzz... PLIM

¿Cómo? ¿Todavía no lo ha pillado? Abres un poco más el tragaluz.

¿Y qué sucede? Pues que la muy lela se encierra entre las dos hojas de vidrio que componen tu ventana.

A ver, ¿qué pasa aquí? ¿no es libre acaso para irse? ¿es que no ve que el asunto es bastante sencillo?

PLIM, PLIM... Tzzz, PLIM


¿A qué le tiene miedo? ¿A salir volando y estrellarse? ¿O es que simplemente no tiene suficiente ingenio como para darse cuenta de que de que posee cierta autonomía? Algo tan difícil de atrapar, con tanto poder sensorial para detectar todo lo que ocurre a su alrededor de una manera asombrosa, con un cuerpo perfectamente diseñado, ¿cómo puede mostrar esa actitud ante un problema tan absurdo?

Cuando te has dado cuenta ya se ha hecho tarde, te has cansado, cierras la ventana, sales de tu dormitorio y dejas a la pobre mosca autogolpeándose una y otra vez. Otro día será.

Y así soy yo, una mosca, encerrada entre lente y lente esperando a que un día me de cuenta de que mi libertad es mia. Quizá ese día sea hoy, quizá haya llegado el momento de salir por el hueco que se me ha dejado y volar lejos, volar hacia donde yo quiera.



FOTO: orgullosa que estoy de poder decir que es de mi cosecha :D

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